sábado, 28 de marzo de 2015
viernes, 27 de marzo de 2015
Tomas Tranströmer (15 de abril de 1931 - 26 de marzo de 2015)
(Tomas Tranströmer y Monika Bladh)
Avanzo
silencioso hacia mis adentros
a través de un bosque de
vacías armaduras
miércoles, 25 de marzo de 2015
lunes, 23 de marzo de 2015
Mujer de amor con mi apellido
En
el nombre de raza jubilosa de la cebra (hembra y macho); en el nombre de torpe
movimiento del elefante (macho y hembra); en el nombre soberano del tigre,
dulce de la gacela, mortal de muerte negra de la cobra; en nombre de la fauna
de la selva de ignoto instinto e ignorado destino.
En
nombre de la estrella polar y de los círculos ártico y antártico; en nombre del
lucero del alba y las constelaciones pitagóricas, serenas y acordadas; en el
nombre de las mareas, del tifón gris, del maremoto terrible, de la luna, del
cachorrillo de oso de los hielos.
En
el nombre de la bellota negra, la cebolla contrita, los fundamentos del ajo y
el aceite; en el nombre rizado del perejil; en nombre del maíz de espiga
promisoria; en nombre de las varias dulzuras del ancho repertorio orquestal de
los frutos de las cuatro estaciones; en nombre de los frutos extraños, el
aguacate, la chirimoya, el mamey, la papaya y el mango, y otras carnes
melífluas de los trópicos, así como de los almibarados y admirables, jugosos y
salvajes frutos ecuatoriales.
En
nombre de los vientos sagrados de bellísimo nombre: el aquilón, el bóreas, el
austro, el cierzo, el siroco, el pampero, la brisa que soplaba en las lecturas
de Paolo y Francesca, la que ondulaba las cortinas del cielo de Buda y la
Gioconda.
En
nombre de las aves de ornato, aves de ex-libris, ceremoniales, de atrevido
diseño, el pavo real, la cigüeña, la garza, la lechuza, el pelícano, la
cacatúa, el loro, el papagayo, el halcón y hasta inclusive el cisne de las
mitologías.
En
nombre de las partes pudendas, el pene enhiesto, la vagina fragante, los
testículos en su zurrón de cuero deleznable, y aún la geografía de la erogenia
y sus osados huecos y promontorios. En nombre de la cópula sagrada y de la
suave lengua y sus designios sorpresivos.
En
nombre del nacimiento, la muerte y la resurrección de los lobeznos humanos, y
de los dioses de perfil podrido.
En
nombre de las guerras, pestes y otros desastres naturales o del laboratorio de
la muerte sin nombre.
En
Tu nombre.
En
tu nombre, Mujer de sílabas silentes. Hembra, Mujer, Esposa, Hermana putativa e
incestuosa, Madre de los secretos de mi sangre y de la sangre de mi sangre,
Cómplice de ignominia y dolor, y Camarada del desvelo y hembra de carne y hueso
de mis urgentes escozores.
En
Tu nombre, como creyente de Tu nombre sin tretas, Novia perfecta, inacabable,
me pongo de rodillas.
(José
Viñals. Animales, amores, parajes y
blasfemias. Valencia, Germanía, 1998)
domingo, 22 de marzo de 2015
Nostalgia
Si chiama nostalgia e serve a ricordarci che, per fortuna, siamo anche fragili.
(Se llama nostalgia y sirve para
recordarnos que, por fortuna, también somos frágiles.)
(Cesare
Pavese. Il mestiere di vivere. Diario
1935-1950. Torino, Giulio Einaudi Editore, 1952)
viernes, 20 de marzo de 2015
Gólgota
No
desesperes, uno de los ladrones se salvó.
No
te confíes, uno de los ladrones fue condenado.
(San Agustín. Confesiones)
No
somos santos; pero hemos acudido a la cita.
¿Cuántos
pueden decir lo mismo?
(Samuel Beckett. Esperando a Godot)
(Imagen: Brendan Gleeson/ Padre James Lavelle
en Calvary, 2014, de John Michael McDonagh)
jueves, 19 de marzo de 2015
Incandescendias
Una gran obra poética es menos el triunfo de una persona
que la ocasión que se nos ofrece a todos de reanudar
una búsqueda idéntica.
(Yves
Bonnefoy)
Para terminar, me gustaría
detenerme un momento en esas líneas, en esos pasajes de un poema que capturan
la atención del lector con más frecuencia que otros, y que al mismo tiempo
devuelven al lector a lo que en realidad es, en su propia vida,
independientemente de la lectura que ha emprendido y que ahora deja a un
lado. Me pregunto si aún quienes prefieren pensar en términos de estructuras
y efectos profundos que unen a toda la materia verbal, ¿no suelen encontrar
en esos momentos de intensidad, de belleza, de repentina y poderosa sensación
de certidumbre un indicio inequívoco de que la escritura está condenada a
cierta heterogeneidad? ¿Deberíamos sorprendernos ante esos cielos despejados
en pleno tiempo nublado, ante esas súbitas iluminaciones, cuando la experiencia
de lo que se nos revela, con sus innovaciones a lo que habita más allá del
lenguaje, resulta sólo un tejido de momentos de elevación y de caída:
instantes de entusiasmo —cuando los permite la configuración de ciertas
circunstancias, modificando la relación entre las palabras— acompañados
de momentos en los que se aguarda en vano? Esta condición fundamentalmente
cíclica de la experiencia vital no puede traducirse a la continuidad de un
texto, a menos que se abandone la ambición que anima a esa experiencia; de
otro modo, la escritura adquiere un carácter fragmentario, se reanuda al
azar y en momentos diferentes, tras lo cual el libro que uno condesciende a
publicar no será sino una yuxtaposición de varios fragmentos, de entre
los cuales un ojo experimentado sabrá cómo entresacar las fisuras –aquellos
versos que son a veces más intensos que otros— que recorren las planchas de
metal y que conservan indicios de antiguas incandescencias.
(Yves Bonnefoy. “Lever les yeux de son libre”, dans Nouvelle
Revue de Psychanalyse (“La Lecture”), nº 37, París, Gallimard, 3 mai
1988)
martes, 17 de marzo de 2015
sábado, 14 de marzo de 2015
El hundimiento
Ya sea una piedra o un grano de arena,
ambos se hunden igual en el agua.
(Park
Chan Wook. Oldboy, 2003)
viernes, 13 de marzo de 2015
Televisión y literatura
El hechizo de la pequeña
pantalla marcó muchas biografías intelectuales aunque, en una actitud a la
defensiva y de desconfianza permanente frente a la televisión única de la
dictadura, pocos novelistas se hayan atrevido a reconocerlo, y menos con la
franqueza con que luego lo haría Muñoz Molina, al recordar que «en mayo del 68
nos quedábamos hasta las tantas mirando la televisión…»
Pero lo que sí fue una
evidencia para los novelistas posteriores, apenas fue objeto de algunos títulos
de época relativos a las virtualidades del medio. Incluso la crítica de
televisión fue desdeñada por las grandes revistas de la Transición para quedar
relegada al órgano oficial Tele-Programa.
Con todo, la televisión de
comienzos de la Transición resultó ser una aliada excepcional de la novela a la
hora de ganar lectores, de reactivar nuevos gustos narrativos y, en definitiva,
de despertar un inusitado interés por la realidad inmediata e incluso de
modificar la manera de percibir los acontecimientos que estaban sucediendo en
España.”
(José Luis Calvo Carilla.
“Contextos discursivos audiovisuales de la novela española de la Transición”
(2008), en Antonio Ansón et alii. “Televisión
y Literatura en la España de la Transición (1973-1982)”. Zaragoza,
Institución “Fernando el Católico”, 2010)
miércoles, 11 de marzo de 2015
Canción del vigilámbulo
I
el "soñé que..."
el "soñé que..."
y no se trata de un simple eco,
ni de repetir las últimas palabras
que de una frase suenan
sino del eco sin palabras, sin cosas
del lenguaje;
el eco
que golpea sin ondas: ínfimo,
cotidiano, prodigioso.
II
en este círculo me encierra,
en este otro me libera,
en este círculo me encierra,
no quiere que la muerte cercana se
apodere
de estas bandas de tiza,
y aquí en el sueño están sus palabras
aunque no las reconozca;
aquí aunque no sepa qué dicen,
aquí aunque se posen sobre la función
de un sinsentido equivocado;
pero eso tampoco existe
aquí aunque ya no sea la infancia sino
su límite impreciso
en la lluvia, ahora, en esa borradura
lejana,
el arco iris, en esa banda gris plomo
contra el amarillo vibrante del campo.
Y ella sentadita sigue dibujando rayas,
rayas, círculos,
como si marcara el tiempo de su alegría
en mí,
de su abandono en mí, de su presencia
en
cada movimiento de su mano
pequeñísima en mí,
para alzar con su grafía la letra que
alza hoy
esta ínfima edad para su vocecita
milenaria,
los anillos de un destino del "ya
no sé quién soy",
"en breve ya no sabré
sino apenas lo que miro",
III
más de lo que les hablo sin saber lo
que digo
y otra vez amanece,
otra vez quiero escribir dentro de la
fuerza de un círculo
que un lápiz trémulo dibuja en su
retirada,
y otra vez la luz imperturbable del
alba,
que ya no tiene ruiseñores ni alondras
sino el resto
del deseo en un olvido de palabras,
de nombres incluso,
los más cercanos al horizonte de
esperanza
para que la acción no sea el arte ni la
vida,
ni la vida del arte,
ni una ni otro como membranas del
mundo,
Duramadre, Píamadre y Aracnoides entre
las Parcas
protectoras, que vuelven con este día,
con
este dolor infuso en la claridad
como custodias de mi muerte y
son el vigilámbulo que cabecea,
el vigilámbulo que cabecea.
(Arturo Carrera, “Poemas inéditos”,
en La
Nación, 6 de marzo de 2015)
martes, 10 de marzo de 2015
Aún
No,
no
ha sido fácil,
vadear
tantos ríos,
atravesar
estaciones
sumergidas
en la negación.
Lo
que queda,
después
de todo,
me
atrevería a llamarlo
esencial.
Por ejemplo:
estoy
vivo.
Te
amo.
(Paráfrasis
a un poema de Jorge Riechmann)
למרות הכל
עדיין
לא
.
לא היה זה קל
.
צליחת נהרות כה רבים
מעבר התחנות
השקיעה בהכחשות
.
לאשר נותר
לאחר הכל
הייתי מעז לקרוא
חיוני
.
כדוגמה
אני בחיים
אוהב אותך
.
(כפרפאזה לפואמה מאת ג'ורג' ריצמן)
(Traducción de אנת חדקל)
domingo, 8 de marzo de 2015
Paraíso
He
intentado escribir el Paraíso
No
os mováis
Dejad
hablar al viento
Ése
es el Paraíso
Que
los dioses perdonen
Lo
que he hecho
Que
aquellos que amo traten de perdonar
Lo
que he hecho
(Ezra
Pound. Cantares completos. Tomo III. Cantar
CXX. Traducción de José Vázquez Amaral. Edición bilingüe de Javier Coy. Madrid,
Cátedra, col. Letras Universales, 295, 2000)
DEJAD
HABLAR AL VIENTO
ÉSE
ES EL PARAÍSO
viernes, 6 de marzo de 2015
Sucede
Sí,
la luz
se
alza,
flexiva,
sobre
el talud.
¿Quién
juega
al
equilibrio,
quién
conoce
su
torpeza en plenitud?
Yo
digo
sucede,
aquí
entre las mieses
aventadas
por la luz.
(Paráfrasis
a un poema de Ernst Meister)
miércoles, 4 de marzo de 2015
martes, 3 de marzo de 2015
Tres poemas de Mario Montalbetti
I
Magnificant
Después del trabajo remunerado, inmune,
casi nupcial, y de cuidar al hijo
casi nupcial, y de cuidar al hijo
que no caiga, y de hacer nocturno el amor,
apago los megavatios
y bebo alcohol hasta las puntas
(alcohol munerado, mune, casi nupcial)
y luego veo entre las costillas de las persianas
el alba naranja como una papaya madura
que cae del cielo
y luego veo entre las costillas de las persianas
el alba naranja como una papaya madura
que cae del cielo
y se hace añicos sobre el pavimento.
II
Disculpe,
¿es aquí la tabaquería?
Nadie dice todo. Nadie dice nada.
Nadie dice todo. Nadie dice nada.
Lo deseable es decir poquísimo.
Callar no es más radical.
Callar no es más radical.
Callar es como raparse la cabeza:
el pelo vuelve a crecer.
Pero decir poquísimo, decir lo mínimo
que uno puede decir,
eso es lo que nos permite decir algo.
eso es lo que nos permite decir algo.
III
Objeto
y fin del poema
Es de noche y tiene que aterrizar
antes de que se acabe el combustible,
Así terminan todos sus poemas,
tratando de expresar con un lenguaje
público un sentimiento privado.
antes de que se acabe el combustible,
Así terminan todos sus poemas,
tratando de expresar con un lenguaje
público un sentimiento privado.
Su ambición es el lenguaje del piloto
hablándole a los pasajeros
en medio de una situación desesperada:
parte engaño, parte esperanza, parte verdad.
Todos los poemas terminan igual.
Hechos pedazos contra un cerro oscuro
que no estaba en las cartas.
Luego hallan los restos: el fuselaje,
la cola como siempre, intacta,
el olor a cosa quemada consumida por el fuego.
Pero ninguna palabra sobrevive.
hablándole a los pasajeros
en medio de una situación desesperada:
parte engaño, parte esperanza, parte verdad.
Todos los poemas terminan igual.
Hechos pedazos contra un cerro oscuro
que no estaba en las cartas.
Luego hallan los restos: el fuselaje,
la cola como siempre, intacta,
el olor a cosa quemada consumida por el fuego.
Pero ninguna palabra sobrevive.
(Mario Montalbetti. El lenguaje es un revólver para dos. Pontificia
Universidad Católica del Perú, Colección Underwood, 11, 2008, en Lejos de mí
decirles. Poesía reunida.
México, Aldus, 2013)
NO SÓLO LO HE PERDIDO TODO
TAMBIÉN SÉ DÓNDE SE HA IDO
lunes, 2 de marzo de 2015
Sin afuera
Sin
afuera. La conciencia extrema desemboca en obsesión: es opresión, aplastamiento
contra un muro. Mismidad opaca que atrapa al yo. La conciencia extrema es la
conciencia de la imposibilidad de salida […]. Y ése es el infierno: cuando no hay salida ni nada que hacer, cuando lo
que hay es yo y solo yo, cuando no hay diferencias ni
percepciones nuevas sino la amargura del siempre lo mismo. Nada puede
cambiarse. Nada varía. […] No hay
lugar para el olvido porque el condenado vive en el eterno presente del dolor.
Nada pasa. Nada cura. Nada puede ser superado. Locura del ahora. Imposibilidad
de cicatrización.
(Ana
Carrasco Conde. Infierno horizontal.
Sobre la destrucción del yo. Madrid, Plaza y Valdés. 2012, págs. 98-99)
domingo, 1 de marzo de 2015
Renuncia
Sólo
somos dueños de nuestro destino en la renuncia.
(Carlos
Castilla del Pino. Aflorismos. Pensamientos póstumos.
Barcelona, Tusquets, col. Marginales, 270, 2009)
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