TE paseas entre catres de soldados
como yo entre
mis muertos,
sus blancos
cuerpos tendidos en filas.
Lavas la
frente, el labio, la polla,
igual que yo
toco a mi padre, como si el lenguaje
fuese una
forma de vida.
Escribes sus
cartas a las familias, yo escribo al dictado
de sus firmes
labios de sueño, de este chico
al que quiero
como tú quieres a tus chicos.
Se mueren y tú
aún los sientes. El tiempo
se torna
molesto para el amor,
para los
cuerpos masculinos en camas.
Nos inclinamos
sobre ellos, Walt, recibiendo su suave
aliento en el
rostro, enjugando sus abombadas frentes,
acariciando
los negros cabellos de Unionistas.
Nos
inclinamos, nuestros puntiagudos pechos
pesados como
plomadas de fresco semen:
concebimos,
Walt, con los hombres que amamos, así, ahora,
traemos los
frutos.
(Sharon Olds. Satán dice. Traducción y prólogo de Rosa
Lentini
y Ricardo Cano Gaviria. Tarragona, Igitur, 2001. NOTA:
Walt Whitman fue
enfermero durante la guerra civil estadounidense).
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