I
Años y años para ser feliz,
para sentir este frío agradable
de la mañana y los vehículos
ahí en la calle con sus motores
y sus cambios de marcha y sus frenos
y los vendedores que empiezan a vocear
«barbijos», «barbijos» y la gente que para
y compra cinco por cien.
Años y años para este milagro.
II
Amar y estar,
decir con la presencia
o con la sombra en un lenguaje
común, microscópico, infinito.
Me despertaste para ver
cómo se encendían al alba
las luces del edificio de enfrente,
te parece hermoso. Es hermoso.
III
El sol ilumina la ciudad
en donde vivo, el barrio,
la calle, el edificio y la ventana.
Llena de luz el aire que respiro,
mi cara, mis ojos. Soy feliz
con este sol que entibia mis huesos
y me hace pensar que pagaré mis deudas
y que volveré a casa esta noche
con ganas de hablar y de decir
soy más o menos yo
y soy, insisto, feliz en este tiempo
en que otra y uno hacemos cosas
de los dos para vivirlas cada uno.
Estamos juntos.
(Damián Ríos. Pan y
cielo. Antología.
Buenos Aires, Tenemos Las Máquinas, 2024)
No hay comentarios:
Publicar un comentario