Nada
más admirable que la coherencia de Epicuro: abominó de la política, de las
diferencias territoriales, del contradiós de ser partícipe de una sociedad tan competitiva…
Admira, además, que si bien desestimó a los poetas, fueron Filodemo de Gádara y
Tito Lucrecio Caro quienes mejor recrearon su legado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario