cuando,
semejante al adolescente, tras el largo fermento,
alcance la
serenidad de la belleza;
vosotros sed
piadosos como eran los griegos.
Amad a los
dioses y recordad con benevolencia a los mortales,
abominad de la
embriaguez como del hielo, guardaos
[de adoctrinar
y describir,
y si el maestro
os atemoriza,
pedid consejo a
la gran naturaleza.
(Friedrich
Hölderlin. Poemas. Traducción de
Eduardo Gil Bera. Barcelona, Lumen, 2012. Hay edición en Debolsillo de 2014)
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