La palabra no muestra. La palabra parlotea. La palabra es
literaria. La palabra es una fuga. La palabra impide que hable el silencio. La
palabra ensordece. En lugar de ser acción, consuela como puede de no actuar. La
palabra gasta el pensamiento. Lo deteriora. El silencio es oro. La
garantía de la palabra debe ser el silencio.
(Eugène Ionesco.
Diarios. En pedazos: presente
pasado, pasado presente. Traducción de Marcelo Arroita-Jáuregui. Barcelona,
Páginas de Espuma, 2007)
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