Cuéntame ese sueño en el que sacamos los cuerpos del lago
y los
vestimos con ropa seca.
Lo tarde que era, y nadie podía
dormir, y los caballos corrían
hasta olvidar que eran caballos.
No es como el
árbol, cuyas raíces finalmente se detienen,
es más bien como una canción que
suena en la radio de un policía,
cómo
enrollábamos la alfombra para bailar, y los días
eran de un rojo brillante, y cada vez que nos besábamos había otra manzana
que cortar en pedazos.
Mira la luz a través del cristal. Quiere decir que es
mediodía, quiere decir
que somos inconsolables.
Cuéntame que
todo esto, y el amor también, nos destrozará.
Estos, nuestros cuerpos, poseídos por la luz.
Cuéntame que
nunca nos acostumbraremos.
(Richard Siken. Crush. Trad. de Juan Gallego Benot. Barcelona, Ultramarinos, 2023)
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