Los poetas, los escritores, los sabios y las voces de su tiempo, forman un coro, el himno que comparten es el mismo: los grandes y los pequeños se unen, lo hermoso vive, lo demás muere, y todo es absurdo excepto el honor, el amor y lo poco que el corazón conoce.(James Salter. Quemar los días. Traducción de Isabel Ferrer Marrades. Barcelona, Salamandra, 2009)
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