martes, 27 de enero de 2009

Muerte en el olvido


Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
(Ángel González. Áspero mundo.
Madrid, Adonais, 1956.Vid.

2 comentarios:

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  2. Me encanta este poema y sobre todo escucharlo en "La palabra en el aire".

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