Hace mucho tiempo que te fuiste, Susana. La luz era igual
entonces que ahora, no tan bermeja; pero era la misma pobre luz sin lumbre,
envuelta en el paño blanco de la neblina que hay ahora. Era el mismo momento.
Yo aquí, junto a la puerta mirando el amanecer y mirando cuando te ibas,
siguiendo el camino del cielo; por donde el cielo comenzaba a abrirse en luces,
alejándote, cada vez más desteñida entre las sombras de la tierra.
Era la última vez que te vi. Pasaste rozando con tu cuerpo las ramas del paraíso que está en la vereda y te llevaste con tu aire sus últimas hojas. Luego desapareciste. Te dije: ¡Regresa Susana!
(Juan Rulfo. Pedro Páramo. México, FCE, 1955. Imagen: fotografía de Juan Rulfo)
¿La ilusión? Eso cuesta caro.
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