Nada
tiene que ver el dolor con el dolor
nada
tiene que ver la desesperación con la desesperación
Las
palabras que usamos para designar esas cosas están viciadas
No
hay nombres en la zona muda.
(Enrique
Lihn. Primeros versos de Diario de muerte. Santiago de Chile, Editorial
Universitaria, 1989. Imagen: Arnold Böcklin. La isla de los Muertos,
III, óleo sobre tabla, 1883)
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