En el Día Internacional
de la Mujer
Y no quiero ser vencida.
(Cecilia Quílez)
I
Una mujer
Acaba donde
Nadie mira
Asoma
Viéndose
Lo que los demás
Pies y cabeza
Conocieron
Desde fuera se ve mejor
Toda ella
Ella completa
Cabeza Corazón
Otro accidente más
Y una mujer de menos
En el Olimpo de la
ceguera
II
Olvido el sí
El quién
Te amo te adoro
Oh vida
Mi juego solitario
Tiene nombre
De lengua que espera
La palabra golosina
Dentro muy dentro
De mi sexo
Voluntariamente
obsceno
En todos los idiomas
III
Pelo patatas pasa el
tiempo
Tarareo patata tiempo
y pasa
Llega el tiempo con
hambre occipital
El cuchillo baila un
vals consonante y miserere
Mi hija viene colmada
de adjetivos
Relucimos como reinas
al son de una cazuela
Mientras hierven las
sobras de la ruina
Hablamos de lo justo
y del exceso
Mañana toca sopa y de
nuevo
Huevos con capirote y
sal de yodo
La cocina es una
fiesta y con saltitos
Celebramos el vacío
El sabor de no tener
La nada sabe a penas
nada
Bailamos y bailamos
Como si esto
No estuviera sucediendo
Y reímos y reímos
Como si el hambre
fuera sólo
Un mal guiso
Quemando al fondo de
la lengua
IV
El mundo tiene una
ventana en el pecho
Cada mañana anuncia
ciudades oscuras
Naces desde el
relámpago de la herida
Toda tú abres las
respuestas
Así me vives
Así te siento
Como una campana en
el vientre
Ese querer
prehistórico de madre
Que amamanta
eternamente la palabra
(Cecilia Quílez. La hija del Capitán Nemo.
Madrid, Calambur, Col.
Poesía, 143, 2014)
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