(Ediciones
Tigres de Papel y la asociación Genialogías, embarcados en un proyecto
absolutamente necesario que se llevará a cabo si éste consigue financiación
(incluyo la página del mismo más abajo), reeditará en breve un libro
imprescindible de la poesía hispánica contemporánea, Marta y María --editio
princeps en Málaga y 1976-- de María Victoria Atencia)
AMOR
Cuando
todo se aquieta
en
el silencio, vuelvo
al
borde de la cuna
en
que mi niño duerme
con
ojos tan cerrados
que
apenas si podría
entrar
hasta su sueño
la
moneda de un ángel.
Dejados
al abrigo
de
su ternura asoman
por
la colcha en desorden,
muy
cerca de sus manos,
los
juguetes que tuvo
junto
a sí todo el día,
ensayando
un afecto
al
que ya soy extraña.
Quien
a mí estuvo unido
como
carne en mi carne,
un
poco más se aparta
cada
instante que vive;
pero
esa es mi tristeza
y
mi alegría a un tiempo,
porque
se cierra el círculo
y
él camina al amor.
MAR
Bajo
mi cama estáis, conchas, algas, arenas:
comienza
vuestro frío donde acaban mis sábanas.
Rozaría
una jábega con descolgar los brazos
y
su red tendería del palo de mesana
de
este lecho flotante entre ataúd y tina.
Cuando
cierro los ojos se me cubren de escamas.
Cuando
cierro los ojos, el viento del Estrecho
pone
olor de Guinea en la ropa mojada,
pone
sal en un cesto de flores y racimos
de
uvas verdes y negras encima de mi almohada,
pone
henchido el insomnio, y en un larguero entonces
me
siento con mi sueño a ver pasar el agua.
BAÑO
Comienza
a serme infiel
la
piel de la garganta;
pero
ahora que se pierden tras de mí las orillas,
tómame
una vez más, mi desdeñoso amante,
mientras
las algas ponen
un
collar en mi cuello
MARTA Y MARÍA
Una
cosa, amor mío, me será imprescindible
para
estar reclinada a tu vera en el suelo:
que
mis ojos te miren y tu gracia me llene;
que
tu mirada colme mi pecho de ternura
y
enajenada toda no encuentre otro motivo
de
muerte que tu ausencia.
Mas
qué será de mí cuando tú te me vayas.
De
poco o nada sirven, fuera de tus razones,
la
casa y sus quehaceres, la cocina y el huerto.
Eres
todo mi ocio:
qué
importa que mi hermana o los demás murmuren,
si
en mi defensa sales, ya que sólo amor cuenta.
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