Al aparearse, los leones expresan una gran ternura mutua
durante el período de celo de la hembra. Las jirafas se acarician dulcemente
antes de aparearse. Los babuinos, los chimpancés y otros primares más altos en
la escala evidencian clara preferencia por un individuo respecto de otro, y son
amistades que perduran más allá del período en que la hembra está sexualmente
receptiva. Y una hembra y un macho de elefantes pasarán horas juntos durante el
celo de la hembra, frecuentemente dándose golpecitos con las trompas. Muchos
animales se palmean, restriegan sus hocicos, se arrullan y se miran a los ojos
con cariño durante la conquista.
(Helen E. Fisher. Anatomía
del amor. Historia natural de la monogamia, el adulterio y el divorcio. Traducción
de Alicia Plante. Barcelona, Anagrama, 1994)
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