Desque vino el día del plazo señalado,
vino don Carnal, que ante estava esforçado,
de gentes muy guarnidas muy bien acompañado,
seríe don Alexandre de tal real pagado.
Libro de buen amor).
(Juan Ruiz-Arcipreste de Hita.
Libro de buen amor).
Reservamos nuestras burlas para aquello que nos es semejante. Mi estética es una superación del dolor y de la risa, como deben ser las conversaciones de los muertos, al contarse historias de los vivos. Yo quisiera ver este mundo con la perspectiva de la otra ribera. Shakespeare rima con el latido de su corazón, el corazón de Otelo: se desdobla en los celos del Moro; creador y criatura son del mismo barro humano. En tanto ese Bululú, ni un solo momento deja de considerarse superior, por naturaleza, a los muñecos de su tabanque. Tiene una dignidad demiúrgica.
(Don Ramón María del Valle-Inclán.
Prólogo a Los cuernos de don Friolera, en
Martes de carnaval. Esperpentos. Edición
de Ricardo Senabre. Madrid, Espasa-Calpe, 1990)
hacia tiempo que no navegava por internet, por eso llevaba tiempo sin entrar en tu blog. sales muy guapo en la foto, eso si nunca se te ve la cara, alomejor es por eso que sales guapo,ja. buenas noches. soy tu hermana
ResponderEliminarHola. De eso se trata, de no mostrar el rostro. Por una parte, porque escribir, y más aún publicar lo que uno escribe, es ya desmesuradamente vanidoso. Firmar con el propio nombre, el colmo; no obstante necesario si atendemos a ciertos presupuestos de índole ética, que no mencionaré porque sabes que yo NUNCA te sermoneo. La otra parte --la que más importa y me deja pésimo-- la callo. En fin, sermón o encíclica del curita Nombela (para los nenes y para la nena)...Cuídate, mi vida, y no olvides vitaminarte y supermineralizarte. Besos & abrazos
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