lunes, 15 de septiembre de 2025

Jamás

Estoy feliz de ser un ángel enfermo. Un ángel que puede acoger la muerte con serenidad en cualquier momento. Estoy feliz de poder anunciar a todos que el pecado ha resbalado por mí como el agua resbala por la piedra del río. La piedra sigue en el fondo del lecho, aparentemente silenciosa, pero pulida y lisa, y ni la lluvia ni el viento pueden tocarla. Y sobre todo, la piedra del río, como la poesía, no podrá morir jamás. A pesar del pecado y a pesar de la santidad misma. 

(Alda Merini. La loca de la puerta de al lado.

Trad. de Raquel Vicedo. Madrid, Tránsito, 2021)

Sono nata il ventuno a primavera

ma non sapevo che nascere folle,

aprire le zolle

potesse scatenar tempesta.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Encuentro

Ya desde el comienzo hablaron como si se conocieran desde siempre. La frase más banal puede despertar un eco familiar en cada uno de nosotros, pero es poco común y a la vez maravilloso que dos personas que se encuentran por primera vez perciban esos mismos ecos. Es así como, según los adeptos de la reencarnación, a veces pueden entenderse dos perfectos extraños que se amaron en una vida anterior. Pero no es necesario creer en la reencarnación para experimentar esa alegría de ciertos encuentros amorosos.

(Emmanuel Carrère. Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick. Traducción de Marcelo Trombetta. Barcelona, Anagrama, 2024)

“Sí”, suspiraba Dick, “he pasado al lado de la vida”.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Cometierra

Me volvió a decir gracias, como si no supiera qué otra cosa hacer. Yo le di la mano y, cuando me la agarró, sí pareció que se iba a poner a llorar. Me dio pena. No sé si por ella, o por lo que le habían dicho a María, o por mi mamá, o por la Florensia, o por la novia del Walter, o por mí. Lástima de todas juntas. Una tristeza enorme.

La acompañé hasta la reja. Le di un beso como pude y ella se alejó por la vereda de mi casa, como tantos otros, para no volver nunca más.

(Dolores Reyes. Cometierra. Madrid, Alfaguara, 2025)

Y pensé que yo también quería,

ahí afuera, un nombre para mí.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Todo nada

Nada tiene realidad propia, todo es delirio, quimera: el viento que sopla, la lluvia que cae, el hombre que piensa.

(Fernando Vallejo. El desbarrancadero. 

Barcelona, Debolsillo, 2024)

lunes, 8 de septiembre de 2025

Giacometti

I

Creo que hablar con el modelo mientras trabaja le distrae de su constante ansiedad, resultado de la convicción de que es imposible representar en el lienzo lo que se tiene ante los ojos. Esta ansiedad a menudo se expresa en forma de suspiros melancólicos, palabrotas furiosas y, en ocasiones, gritos agudos de rabia y/ o dolor. Sufre. De eso no cabe le menor duda.

II

Dijo pausadamente, “¿ves qué criatura tan miserable soy?”

“Sí”, dije. “Ya veo.”

Verdaderamente, tenía un aspecto bastante miserable. Pensé que este era el verdadero Giacometti, sentado y solo al fondo de un café, inconsciente de la admiración y reconocimiento que le profesaba el mundo entero, mirando a un vacío en el que nunca encontraría ningún consuelo, atormentado por la desesperada dicotomía de su ideal, condenado por esa misma desesperación a luchar mientras viviera para tratar de superarla. Y qué consuelo podría haber encontrado en que los periódicos de varios países hablaran de él, que los museos de todo el mundo expusieran sus obras, que gente que nunca vería le conociera y admirara. Ninguno. Ninguno en absoluto.

III 

Mientras hablaba, contemplaba a la muchedumbre que esperaba en la terminal del aeropuerto. Su dedo índice se movía de un lado a otro sobre la brillante superficie de la mesa de formica, como si fuera un lápiz, con el gesto insistente de estar dibujando. Sus ojos ya no parecían posarse en ningún objeto concreto, sino que estaban más allá del lugar y tiempo presentes. A través de su dedo moviéndose, todo su ser parecía entregarse a un ideal en el que la realidad, intocable y desconocida, siempre permanecía a la espera de ser descubierta.

(James Lord. Retrato de Giacometti

Traducción de Amaya Bozal. 

Madrid, Antonio Machado Libros, 2016)

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Margarita

Nadie será nunca tan perfecto como las travestis con la cara reventada. Nadie tan hermoso como las mujeres que lo han sacrificado todo para alcanzar esa belleza indescifrable a ojos idiotas. Ninguna mujer, ninfa o diosa sería jamás más hermosa que la última Margarita que vi desaparecer bajo la sábana blanca de la funeraria.

(Alana S. Portero. La mala costumbre. 

Barcelona, Seix Barral, 2023)

miércoles, 6 de agosto de 2025

Aún


 A mi padre
 
Padre, aún viven en mí
la dureza de la madera y el hierro,
el ruido y el calor de las máquinas,
los surcos, las horas, aquel cielo.
Papa, aún guardo en mis manos
el agua del pozo y los ciruelos,
tu tacto áspero y la claridad,
la belleza sin fin de los almendros.
 
(FN)

domingo, 27 de julio de 2025

Nunca seas feliz


 A Lidia

Nunca seas feliz.

Es una moda que no pasa de moda.

Un filósofo nos enseñó a ser felices

en un libro dedicado a un hijo  

que moriría en el campo de batalla.

Otro hijo, el de un carpintero,

nos enseñó que amar a los demás

era de la existencia el fundamento.

Los demás le condenaron a morir

amarrado a un áspero yugo de leños.

Nunca seas feliz.

Si vives, la felicidad es una bagatela.

Si joven, vive siempre desesperado.

Nunca seas feliz

si no es sobre un lecho de plumas

o sobre sucios colchones de plástico;

o dejando que tu cuerpo gravite

sobre la palma luminosa del verano.

Nunca seas feliz.

Sólo dame la mano.

(FN)