lunes, 10 de febrero de 2025

Sueño

 

Te habías quedado dormida

a mi lado y tus cerrados

 

ojos estaban tan bellos

en la penumbra los dedos

 

de una mano se curvaban

lo mismo que los de un niño

contra la mejilla

yo escuchaba la cadencia

 

de tu aliento ese vaivén

lo hice mío con el tuyo


un solo aliento los dos


(James Laughlin. Poemas de amor. Traducción de Juan Antonio González-Iglesias. Pórtico de Jacques Darras. Santiago de Compostela, Linteo, 2007)

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