martes, 4 de agosto de 2020

Tabardíe



(Lo que sucedió a un rey con un hombre que le dijo que sabía hacer oro)

Cuando estas noticias llegaron al rey, lo mandó llamar y le preguntó si era verdad cuanto se decía de él. El pícaro, aunque al principio no quería reconocerlo diciendo que él no podía hacer oro, al final le dio a entender que sí era capaz, pero aconsejó al rey que en este asunto no debía fiarse de nadie ni arriesgar mucho dinero. No obstante, siguió diciendo el pícaro, si el rey se lo autorizaba, haría una demostración ante él para enseñarle lo poco que sabía de aquella ciencia. El rey se lo agradeció mucho, pareciéndole que, por sus palabras, no intentaba engañarlo. El pícaro pidió las cosas que necesitaba que, como eran muy corrientes excepto una bola de tabardíe, costaron muy poco dinero. Cuando las trajeron y las fundieron delante del rey, salió oro fino que pesaba una dobla. Al ver el rey que de algo tan barato sacaban una dobla de oro, se puso muy alegre y se consideró el más feliz del mundo. Por ello dijo al pícaro, que había hecho aquel milagro, que lo creía un hombre honrado. Y le pidió que hiciera más oro.

(Don Juan Manuel. El Conde Lucanor. Edición de Juan Vicedo. Alicante, Aguaclara, 1997)

(GLOSA: En el enxiemplo de agora, rey et pícaro son el mismo)

2 comentarios:

  1. Muy oportuno el texto y su traslación. Solo una duda: ¿y el papel ridículo del populus en todo esto, que permite tales figuras?

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  2. escribes muy bien aunque no se nada del tópico eres bueno en reseñas me gusta el haberte hallado

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