miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cuatro poemas de Belén Quejigo


HERIDA

Vienes como la ciencia y el olor a muerte.

Mira.

Mira el rostro magullado de las muchachas
que tiemblan en el límite
de aquellos que
no rezan.

AUTO DE FE

Hay sangre dentro de mi cráneo.
El pensamiento exhala los vapores de la muerte.
A veces
también huele a doctrina entre las putas.

CATÁSTROFE

Odio el mundo.
Sólo hoy.
Perdóname, madre.

LA AMANTE DE SAFO

El mundo entero ha pasado por tu boca.

Tus labios lo han tocado todo.

Tú,

el más largo error del mundo.

Entra en mí
como los relojes sin cuerda
y las venas.

(Belén Quejigo. Paz armada
Madrid, Amargord, 2016)

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