miércoles, 3 de febrero de 2016

Miedo


Hay un miedo luminoso y un miedo amargo. El primero crece y crece y se expande hasta que estalla. El segundo se encoge y se seca. Este miedo amargo es el que convierte a los hombres en momias, el luminoso los convierte en poetas.

(Elías Canetti. El suplicio de las moscas. Traducción de Cristina García Ohlrich.  Madrid, Anaya & Mario Muchnik, 1994. Imagen: La Magdalena penitente de la lamparilla (1642-1644) de Georges de La Tour)

No hay comentarios:

Publicar un comentario