viernes, 15 de junio de 2012

El deshielo


VIENE EL AMOR, VIENE EL AMOR, Y VIVES
dentro de un paraíso:
las palabras
no dicen nada: arden,
y la noche es igual que la mañana;
hay sólo un corazón que rige el mundo
y da correspondencias necesarias
a cuanto existe;
                               miras
y es un acto de fe cada mirada;
la certidumbre de vivir
con su deslumbramiento y su diaria
revelación y vives
la eternidad en cada
sílaba del amor, en cada cinta
de su sombrero azul y en cada tapia
donde se pone el sol, porque sabemos
que seguimos naciendo y que nos falta
tiempo para vivir;
hasta que un día
vuelven al labio las palabras
puestas ya en pie; revelan
las diferencias esenciales,
                                               andan
y arañan en la sangre;
hemos reunido
nuestra desolación pero no hay nada
que pueda reprocharse y no te culpo:
no hay culpas, hay distancias,
la misma intensidad que nos unía
se ha quemado tal vez y nos separa.
¿Quieres decirme si estoy vivo? ¿Puedes
decírmelo?
                               No basta
estar como un insecto entre tus brazos
con una vida ya cristalizada
dentro del hielo, ¿puedes
si estoy vivo y si mañana,
cuando despunte el sol, se hará el deshielo
que desate mi cuerpo sobre el agua?

(Luis Rosales. “EL DESHIELO”, en Rimas (junto a La casa encendida y El contenido del corazón). Edición de Noemí Montetes-Mairal y Laburta. Madrid, Cátedra, Col. Letras Hispánicas, nº 667, 2010. Charlotte Gainsbourg en la imagen).

5 comentarios:

  1. En medio de hogueras de claveles y lirios
    viene el amor, astuto, con pepitas de oro,
    y lleva en las manos canciones y caricias
    para cambiarlas por migrañas nocturnas.

    La biología corta el bacalao
    y el amor sigue siempre a su remolque,
    y aunque un suspiro me estremezca el corazón
    llega un vuelo y se lleva los pétalos del alma

    no podré dejar de comer pan y cebolla
    aunque un beso, verídico o falso
    me permuta gozo por retortijones.

    El dolor del cuerpo está dibujado
    con tinta indeleble entre los cromosomas
    y los males del amor en libros románticos.


    Salud
    Francesc Cornadó

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  2. Excelente, Francesc, como siempre. Un abrazo

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  3. Por alli cuando se produzca el deshielo, sera el momento de la germinacion
    Un abrazo

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  4. Copié el poema y se lo dejé en la almohada al amigo que me ve envejecer día a día; con el que intento vivir en un paraíso. El poema llegó en un momento en el que nuestro silencio había sucumbido a nuestra personal desolación. "¿Por qué no volver a las palabras que arden?" -le pregunté, recordando sus poemas de hace años; Y él contestó "Pronto llegará el verano y habrá deshielo". Pero vuelvo a leer el poema de Luís Rosales... y temo que la distancia esté demasiado llena de inviernos. Nos gustó muchísimo este poema. M. Pilar Martínez

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  5. Muchísimas gracias, Pilar. Un abrazo para los dos

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