Encontró en el mundo exterior como real lo que estaba como posible en su mundo interior. Maeterlinck dice: Si Sócrates se marcha hoy de casa encontrará al sabio sentado en su umbral. Si Judas sale esta noche, es hacia Judas donde le llevarán sus pasos. Toda vida consiste en muchos días, día tras día. Caminamos a través de nosotros mismos, encontrando ladrones, fantasmas, gigantes, viejos, jóvenes, esposas, viudas, cuñados adulterinos. Pero siempre encontrándonos a nosotros mismos.
(James Joyce. Ulises. Traducción de José María Valverde. Barcelona, RBA Editores, 1995. Vol. II, cap. 9, pág. 230. En la imagen, Marilyn Monroe lee el Ulysses de Joyce. Tal vez lee el último capítulo (yo voy por la mitad, por el noveno). Seguramente que cuando Eve Arnold tomó la fotografía, en aquel verano de 1952, nadie podría comprender mejor a Molly Bloom como Marilyn, una de las criaturas más adorables que han caminado, a través de sí mismas, por este mundo. Tal vez sin llegar a encontrarse nunca).
No hay comentarios:
Publicar un comentario