Quisiera estar en otra parte, mejor en otra piel, y averiguar si desde allí la vida, por las ventanas de otros ojos, se ve así de grotesca algunas tardes.
Me gustaría mucho conocer el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras, comprobar si el pasado impregna los tejidos del mismo zumo acre, si todos los recuerdos en todas las memorias desprenden este olor a fruta madura mustia y a jazmín podrido.
Desearía mirarme con las pupilas duras de aquel que más me odia, para que así el desprecio destruya los despojos de todo lo que nunca enterrará el olvido. (aNgel gOnzález)
"Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo solo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos; Donde habite el olvido."
(Luis Cernuda. "Donde habite el olvido", 1932-1933).
"Estoy cansado. Un cuerpo padece mi agonía, / un cuerpo o multitudes que mi piel no dispone, / un ser que vive o sueña la altitud de mis límites... / ¡Quisiera huir: perderme lejos de su olvido! / Estoy cansado de ocultarme en las ramas; / de perseguir mi sombra por la arena; / de desnudarme entre las rocas, / de aguardar a las puertas de las fábricas / y tenderme en el suelo con los ojos cerrados: / estoy cansado de esta herida. / Un amigo me dice: "Hay cuerpos que aún se ofrecen / como jugosas frutas sin sentido... / "Otro amigo me canta: "¡Vuelan las aves vuelan!". / Yo quiero huir, perderme lejos, / allá en las regiones donde unas anchas hojas / tiemblan sobre el estanque de los sueños que inundan."
(Emilio Prados. "Quisiera huir", en “Andando, andando por el mundo", 1930-1935).
"Vendré, daré una flor de jazmín al mendigo. A la mujer hermosa de lepra le otorgaré otro pendiente. Diré al ciego: ¡qué bello está el jardín! Me entregaré a las calles, recorreré las callejas. Publicaré a voces: ¡oh, rocío, rocío, rocío! Diré al paseante: para la verdad hay una noche oscura, le daré una galaxia. En el puente hay una muchacha sin pierna, colgaré en su cuello la Osa Mayor. Recogeré de los labios todos los insultos. Arrancaré todos los muros. Diré a los bandidos: ¡Ha llegado una caravana de sonrisas!"
OTRAS VECES
ResponderEliminarQuisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.
Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.
Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.
(aNgel gOnzález)
"Donde habite el olvido,
ResponderEliminarEn los vastos jardines sin aurora;
Donde yo solo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido."
(Luis Cernuda. "Donde habite el olvido", 1932-1933).
"Estoy cansado. Un cuerpo padece mi agonía, / un cuerpo o multitudes que mi piel no dispone, / un ser que vive o sueña la altitud de mis límites... / ¡Quisiera huir: perderme lejos de su olvido! / Estoy cansado de ocultarme en las ramas; / de perseguir mi sombra por la arena; / de desnudarme entre las rocas, / de aguardar a las puertas de las fábricas / y tenderme en el suelo con los ojos cerrados: / estoy cansado de esta herida. / Un amigo me dice: "Hay cuerpos que aún se ofrecen / como jugosas frutas sin sentido... / "Otro amigo me canta: "¡Vuelan las aves vuelan!". / Yo quiero huir, perderme lejos, / allá en las regiones donde unas anchas hojas / tiemblan sobre el estanque de los sueños que inundan."
(Emilio Prados. "Quisiera huir", en “Andando, andando por el mundo", 1930-1935).
"encima de la soledad flota la luna"
ResponderEliminar(Sohrab Sepehrí – “Extrañeza” en “Todo nada, todo mirada”)
Un abrazo.
Vicente
"Vendré, daré una flor de jazmín al mendigo.
ResponderEliminarA la mujer hermosa de lepra le otorgaré otro pendiente.
Diré al ciego: ¡qué bello está el jardín!
Me entregaré a las calles, recorreré las callejas.
Publicaré a voces: ¡oh, rocío, rocío, rocío!
Diré al paseante: para la verdad hay una noche oscura, le daré una galaxia.
En el puente hay una muchacha sin pierna, colgaré en su cuello la Osa
Mayor.
Recogeré de los labios todos los insultos.
Arrancaré todos los muros.
Diré a los bandidos: ¡Ha llegado una caravana de sonrisas!"
(Sohrab Sepehrí).
Un abrazo, Vicente.