miércoles, 30 de abril de 2008

Días del bosque

Como palabras son la hojas de esta higuera. / Como palabras dichas en voz baja. // El mirlo las convoca y las pronuncia con su negra lengua del amanecer. Creo en vosotras todavía. // Creo en el amarillo de este invierno y en las hojas sin luz que ahora resbalan, desnudas, se deslizan, como palabras últimas del libro: // mensajeras oscuras de una más honda y perfecta claridad.
Un día, en el bosque secreto de las palabras, cierto ciervo que vi, que se veía, me dijo, allí no había caminos ni senderos, sino solamente la hierba alta y el ramaje esparcido, que a los desesperados el río de la noche los alumbra, pero sólo si bañan sin miedo su dolor.
Lengua del bosque: lame mi alma. / Si ha buscado tu aliento, límpiala con tu resina roja. // Ofrécele tus jugos luminosos y amargos para que aprenda a ser, desnuda y solitaria, cántaro del infinito. // Dale el calor del fruto de tu boca.
Desnudo y solo, entre las ramas de la encina, tamblando, te he encontrado por fin, sol de diciembre. // Ven a casa conmigo.
Agua del bosque: vierte tu transparecia sobre mi corazón. Dame tu claridad. // Hazme invisible.

(Vicente Valero. Días del bosque.
XX Premio Internacional de Poesía
Fundación Loewe. Madrid, Visor, 2008)

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