Ese otro que también
me habita,
acaso propietario,
invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos,
ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,
ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,
esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,
eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,
el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre,
ese otro,
también te ama.
ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,
ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,
esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,
eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,
el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre,
ese otro,
también te ama.
(Darío Jaramillo
Agudelo. Poemas de amor. Colombia,
El Áncora
Editores, 1986; Aunque es de noche. Valencia,
Pre-Textos, Colección La Cruz del Sur
– Antologías, 1999;
Poemas de amor. Madrid, Visor, col. Palabra de Honor, 20, 2013)
¡Qué suerte tuvo Darío!
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