Por supuesto, al mismo tiempo quiero quedarme exactamente
donde estoy.
¿Puedes entenderme?
(Mary Oliver. A Thousand Mornings (Mil mañanas). Traducción de Nieves García Prados. Granada, Valparaíso Ediciones, 2022)
Por supuesto, al mismo tiempo quiero quedarme exactamente
donde estoy.
¿Puedes entenderme?
(Mary Oliver. A Thousand Mornings (Mil mañanas). Traducción de Nieves García Prados. Granada, Valparaíso Ediciones, 2022)
(Blanca Lacasa. El accidente. Barcelona, Libros del
Asteroide, 2025)
Todo es ángulo muerto. O no lo es.
El accidente ya se ha puesto en marcha.
Todos los días observaba lo que ocurría en el barrio. Quién había
comprado un coche nuevo, quién se había ido de vacaciones, quién estaba
remodelando su casa, qué casa se había puesto en venta y por qué razón. Con frecuencia
la razón era el divorcio o la vejez. Veía la primavera llegar al parquecito,
veía el césped crecer, las viejas bellotas rejuvenecer. Veía el verano, el
otoño y el invierno. Los manzanos florecidos, las cerezas maduras, la fruta
caída. Las lilas que tan aromática fragancia desprendían. De vez en cuando me
acordaba de aquella tarde de primavera de 1968, en la que por primera vez hice
ese trayecto y mi vida cambió, porque ahí vivía la chica que se convertiría en
mi esposa. Iba a conocer a sus padres. Años después, en el terreno contiguo a
la casa paterna, construimos la nuestra.
(Theodor Kallifatides. Otra vida por vivir. Traducción de Selma Ancira. Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2025)
Vive el día de hoy. Atrápalo.
No confíes en el mañana incierto.
HORACIO
La naturaleza oculta un fuego en refugios secretos.
(Isaac Newton)
I
Al principio de los tiempos, la naturaleza encendió un fuego
[…], un fuego que no se extinguía, que era tenue y saludable. Este fuego fue
apagado por accidente y desde entonces nadie ha podido volver a encenderlo.
II
El fuego es la clave de nuestro trabajo, y a él pueden acceder
tanto los pobres como los ricos. Es conocido por el mundo entero: cualquier ser
viviente lo ha visto con sus propios ojos. El ignorante desprecia el fuego como
si fuese suciedad, jamás se le ocurriría pagar por él, pero el filósofo conoce
bien su labor y sabe que contiene todo lo que él desea. El fuego extrae la vida
de los metales. El fuego hace arder el agua, descubre los tesoros de la tierra,
es indispensable para apropiarse de una comprensión clara.
III
El gobierno del fuego es clave en nuestro trabajo. Debes
dominarlo y conocer las cuatro clases de fuego que existen: el fuego de calor
prestado, el fuego medio o templado, el fuego que permite la calcinación y el
fuego que posibilita la fusión.
(Isaac Newton. Cuadernos alquímicos. Edición de Gonzalo Torné. Madrid, Hermida Ediciones, col. El jardín de Epicuro, 72, 2018)
Recuerda el proverbio: el fuego
puede atravesarse sin dolor